El origen de los talos

A partir del siglo XVI, cuando muchos vascos iniciaron la inmigración a America empezaron a traer maíz para sembrar (muy apto para nuestras condiciones lluviosas). En la época de hambre, aprovecharon ese maiz que tenían plantado para dar de comer al ganado  y pronto el talo se convirtió en un económico sustituto del pan.
 
Típico talo con chorizo



Lo molían muy fino, y con esa harina sin refinar, un pellizco de sal y agua caliente hacían estas tortitas que usaban como sustento del día a día, rellenándolas de productos cárnicos quienes tenían cerdos, de queso quien tenía ovejas, o con leche en sopas. También se hacía pan con esta misma harina. Se trata de un pan con mucho peso, compacto, muy sabroso y de un intenso color amarillo, que se consumía sobre todo como "sopako ogia" (pan de sopas)... Ya que el maíz es un cereal que carece de gluten, tanto los talos como el pan de maíz pueden consumirlos personas celíacas.


Talos en la plancha en ferias

Fue sobre el siglo XX que empezó a ganar terreno el actual pan de harina de trigo  y ahora el talo sobre todo lo disfrutamos sólo en días de feria y festivos, como el de hoy... ¡feliz Santo Tomás a tod@s!

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